martes, 31 de enero de 2012

El testigo

"Así era como se paseaba por los alrededores de su casa a cada hora, el testigo no podía dejar de vigilar al que un día fue el amor de su vida..."

"Al testigo que todos llevamos dentro..."

La periodista se acercó rápidamente a quién había sido el único testigo del incidente ocurrido aquella tarde de domingo en verano, entonces le preguntó.
- ¿Asi que es usted el testigo del suicidio de este hombre de 24 años? Por favor, cuéntenos cómo fue que sucedió todo.
- La verdad es que usted está en un error, yo fui testigo del asesinato no del suicidio.
- Pero si la policía dijo que este chico habría saltado desde el balcón de su apartamento, ubicado en el décimo piso.
- Sí pero, le vuelvo a insistir, yo fui testigo del asesinato. Yo vi como sus padres, sus amigos y su novia, se murieron al saber la noticia, entonces reitero, fui testigo de un asesinato.

Viaje al alma 

lunes, 16 de enero de 2012

La mano loca



"A la impulsividad de quienes tienen nuestro temperamento..."
"Egoístamente, sólo a quienes sienten, así como una vez sentí yo."

Era extraño, era como si en su cuerpo habitaran dos almas total y completamente opuestas e independientes la una de la otra. Ella se conocía bien a si misma, sabía que el límite de lo buena gente que era, llegaba sólo hasta el comienzo de su mano derecha, por tanto, varias veces ya se había restringido de cometer un acto total y completamente demente, como cortar su mano, después de todo ella no estaba bajo las garras de la demencia.

Tenía 25, la edad perfecta según quienes la rodeaban, estaba precisamente en un punto medio, ni tan joven, ni tan vieja. Era exitosa, tenía un muy buen trabajo con un muy buen cargo, y una vida llena de triunfos pese a  las gigantes dificultades que en el camino había tenido que pasar. Pero no todo era muy bueno, ella estaba consciente de que tenía un problema y ése problema era tener que convivir con una mano loca que nada sabe de buenas costumbres y amabilidad.

Pasaba el tiempo, y parecía que su mano se volvía cada vez más loca, era agresiva, golpeaba y arrancaba cada cosa que quería sin importar las consecuencias. Por tanto, ella decide tomar cartas en el asunto, y tratar de obtener los datos básicos de lo que para ella era casi una enfermedad. Tomó asiento en el sofá de su casa, un lunes por la mañana, después de decidir faltar a su trabajo por temor a la mano. Comenzó a recordar cuantas veces la mano había hecho escándalos de agresividad, y que circunstancias rodeaban a los ataques de la mano. Después de todo, ella creía que teniendo aquellos datos, sería más fácil para un especialista llegar a la solución de su problema.

Entonces, resolvió asistir a un exorcista, quien le explico que nada tenía que ver una mano demente con la posesión de espíritus, que un espíritu se apoderaría de su razón, sin dejarla en paz en ningún instante, asi es que estaba en el lugar equivocado.

Más tarde, contactó a un psicoanalista, quien le otorgó una cita extensa para poder resolver a total cavalidad lo que la aproblemaba.

Una vez allá, inician una conversación profunda.

- Usted, ya sabe mi problema, creo que mi mano tiene un problema que a mi me deja fuera de toda acción; se vuelve loca, en más de alguna oportunidad daña mis cosas y golpea a la gente. - Explica ella.
-¿Cómo así? ¿Usted me quiere decir, que su mano tiene vida propia, y que golpea a quien ella quiera? - Le responde el.
- Osea, no... la verdad es que ya harta de todo esto, comencé a hacer memoria, y concluí que mi mano loca, sólo se ha vuelto loca con mi novio, y lo ha maltratado sin mi consentimiento.
- Ah... entonces las cosas cambian, ése es un gran detalle, y ya tanto me ha servido que bien seguro estoy de saber lo que te sucede.
-¿Así de rápido?, yo llevo meses intentando llegar al origen de todo esto.
- Si, es complicado, pero créame que tiene una explicación lógica, pero antes de ir con ella, necesito que me responda una pregunta... ¿Tenía, o tiene usted una relación algo tormentosa?, es decir... llena de desacuerdos, malos ratos, etc.
-La verdad es que si. -Le responde ella, mientras una lágrima ya comienza a hacerse presente en la conversación.
- Entonces estoy en lo correcto, su problema parece ser más habitual de lo que usted imagina. - Entonces le explico.
-Comprendo que usted crea que se trata de una posesión, porque usted nunca quiso hacerlo, usted no es una persona agresiva. Pero el culpable está dentro usted...
-¿Qué?, ¿dentro de mi?
- Si, usted es una muy buena persona, es más, me da la sensación de que su bondad es gigantesca, por eso no reconoce la agresividad de su mano loca. Después de todo, usted no le ordena cometer todos esos actos, que a vista de todos no corresponden.
- ¿Entonces quién?
- Su corazón.
- ¿¡Qué!?
- Así es... su corazón no piensa sólo siente, y él está tomando a su mano como un arma de defensa. Se siente destrozado, desgarrado, desplazado, despreciado y quizás más... por tanto necesita protegerse de alguna manera.
-Esto quiere decir que...
-Exacto, quiere decir que su mano, no es la que necesita ayuda, lo es su corazón.

En aquel momento, después de haber pasado varios minutos en shock, se levantó del diván, con los ojos llenos de lágrimas y partió rumbo hacia su casa donde allí tendría que tomar una difícil decisión, pero antes de hacerlo, debía sanar a su compañero.

Se sentó en el sofá con una botella de whisky que pretendía bebérsela hasta el final, tomó unas hojas y un lápiz, y justo en el momento exacto en que la primera palabra que escribiría se le vino a la mente, su mano tensa y agresiva, cayó rendida al piso.


Viaje al alma.

Nota del autor: A mi letra, que parece ser la terapia perfecta, la compañía perfecta, y quién nunca me ha de abandonar. Te amo.

sábado, 14 de enero de 2012

Misceláneo


"...A las complejidades de la vida, las que finalmente nos hacen ser quienes somos"

"...A la fuerza de quienes conocemos muy bien el abismo, puesto que de nosotros nace la transformación"

MISCELÁNEO

He aquí, en un intento de definición de las mil materias de mi vida; un tratamiento hacia los mil viajes que la componen y más, porque siempre algo va quedando afuera, y ése algo, por suerte me permite regresar acá.
Primero el caos, y segundo el caos, y tercero también, porque nunca ha de abandonar mi vida, es la condición de nosotros, de quienes golpeamos a los bajos de la vida con la palabra en el momento e instante preciso en que ocurre la desgracia. No nos podemos salir tan fácil de esta, Dios piensa que el mundo necesita escritores, por tanto vivimos en desgracias. Describimos cada plano de la vida que el mundo parece haber olvidado, hablamos en su mayoría de ésa palabra, la que no entendemos, la que no conocemos, y ésa que hasta la vida y sus lamentables juegos nos han llevado a creer que hasta la sentimos, pero por Dios que cuesta tener respuestas.
A pesar de ser muy joven, ya siento un cansancio en mis venas por llevar un tiempo buscando respuestas, no se hallan de manera fácil, es como si para cada una de nuestras prosas existiera un posible enamorado, pero las cosas hoy en día se han vuelto exigentes, y yo ya simplemente no sé si mis prosas estén al alcance.
Pero mi conformidad llega al límite de la resistencia, si tan sólo a mi  estas letras me hacen más fuerte, entonces la muerte no ha venido por nada a mi vida, y aquellas letras que por suerte mi Padre despierta, son más especiales de lo que se creen.
Hoy en día se les subestima, hoy en día no tienen valor alguno, entonces cada vez más se dificulta el encuentro entre nosotros y el enamorado, aquel lector innato, amante descifrador de las incógnitas de la vida, que no tan sólo leerá, sino también comprenderá cada uno de los eventos descritos con la lágrima característica de la emoción que buscamos al escribir, esa emoción que cava hacia lo positivo a pesar de todo, una emoción que ha sido tranformada en su manera de contar y en su manera de sentir, una emoción que se transmite, y que muchos de nosotros las escribimos.
Es por esto que de alguna u otra manera las mil materias que componen la vida, cobran sentido cuando las transformo, y sin dudar ningún segundo, las plasmo sólo para poder seguir.
Es esto lo que pasa con nosotros, somos misceláneos, no tan sólo lloramos por cosas, sino que también lloramos por ti, tememos a cada segundo que transcurre de vida, volvernos locos, suicidarnos o dejar que definitivamente la demencia se apodere no tan sólo de nuestras vidas, sino de aquellos que también por ser hechos de todo un poco, sienten y sueñan como nosotros, pero que para colmo de la mala suerte aún no escupen todo lo que les hace daño.
En base a esto, me siento en la posición adecuada para expresarle al mundo que cada vez que nos dan vuelta la espalda nosotros escribimos, cada vez que nos botan una lágrima, nosotros escribimos y de paso colaboramos con el mismo sufrimiento ajeno, ¡por Dios!, deberíamos ser tan protegidos, somos sin duda las mejores personas, yo aquí soy yo siempre, menos cuando publico, ¿lo ven? es ahí cuando soy yo y el resto también.
Por todo esto y más, no se imaginan cuantas ganas no nacen de mi de decirle al mundo que la mierda que habita en él, sólo nos hace mejores personas. Que todo lo que ocurre termina haciendo que sólo revelemos lo mejor de si, y que mostremos cuán frágiles podemos ser a pesar de golpear a la vida, deberían aprender de nosotros; también sufrimos, pero nuestra arma de defensa siempre será los misceláneo de la vida que lentamente ha de vagar por nuestra conciencia hasta terminar en unas cuantas palabras, no dichas, ni gritadas, sino escritas.

Viaje al alma.