domingo, 20 de junio de 2010

Nota Pre-suicidio


Con fin de dirigir los actos del desafortunado que encuentre mi cadáver, escribo lo siguiente.

"A modo de petición: Que no se queme"

He aquí, precisamente en este mismo espacio, que he dejado mi pasatiempo pre-suicida. Porque vuelvo a nacer cada vez que concluyo una prosa, porque escribir se ha vuelto para mi un acto suicida.
Se comienza con una desesperación que nace allí en el fondo del pecho, una desesperación que provoca un dolor intenso que muchas veces, da la impresión que logra hasta escaparse por los poros de la piel. Le sigue un dolor de estómago, que es mucho más fugaz que el dolor anterior, pero no menos intenso. Y por último, termina con un fuerte temblor en las piernas, temblor que generalmente ha de ser el último movimiento antes de desvanecer. Éste es el conjunto de sensaciones previo al acto suicida.
Posterior a eso no me mato, no. Me suicido, porque suicidarse es un verbo mucho menos elocuente que el de matarse. Y creanme que sirve, que si da resultados, en menos de dos minutos después del cometido, se comienza a resucitar. La resurrección ha de ser bastante extensa para algunos, puede tomar infinitos años muchas veces, pero nunca eternos. Entonces reafirmo nuevamente, que este acto sí entrega buenos resultados.
Gente por favor comprenda, es ésta la verdadera solución, sólo crean en ella. Un lápiz, puede ser definitivamente una arma más poderosa que un cuchillo, un revólver o una soga, y el papel podría terminar transformándose sin duda alguna en una zona más sensible que las venas, el pecho, la sien o el cuello.

Viaje al alma.

1 comentario:

Viajes