martes, 20 de marzo de 2012

Memoria fotográfica

 

"Así como jamás pensé que estaría escribiendo algo tan hermoso, es que me encuentro aquí, escribiéndolo después de todo"


"Amado mío, que todo lo calmas, sólo pretendo que confíes en estas palabras"


Debió ser mi ojo un lente de alguna cámara fotográfica, porque así te recuerdo, así he grabado en mi tarjeta de memoria aquella noche en que sólo estuviste entre mis brazos, eras tan bello, sólo me mirabas y vaya que me costo encontrar ésa mirada, por eso he decidido guardarla así como una foto, porque creo que es aquella, la única imagen que  querré observar cuando el día se ponga gris, o cuando mi alma sienta esa pena que a veces me invade.
Quizás esté equivocada, y en realidad sea algo más que imagen lo que recuerde de ése instante que Dios me supo regalar a causa de mis oraciones, recuerdo como bien el viento hizo su participación en la escena, como estremeció mi corazón al ver que tu pelo se movía, de modo que tu rostro me fue pareciendo cada vez más hermoso, y el olor que entraba por mi nariz, me decía que nunca antes había sentido algo igual; mezcla entre viento y olores, quizás era más un video que una fotografía, pero yo quiero que tu rostro quede estático, así como lo estuvo en aquel momento, con tus ojos pegados a los míos, haciéndome sentir el centro del universo, lo que jamás seré en la vida real. Por tanto, he entrenado esta memoria fotográfica, que logrará estatizar todas aquellas vivencias que quiero conservar contigo. Después de todo no sé si algún día tendrás que abandonarme, entonces para ello yo ya estaré preparada, con esta gran fórmula que de alguna manera te mantendrá para siempre conmigo.
En mi memoria fotográfica.

Viaje al alma

domingo, 18 de marzo de 2012

¡Habla viento!

Después de unos cuantos años, vuelvo a encontrarme contigo poesía.


A ti, viento, fiel compañero que entrega bienestar a todo aquel que carga una pena y decide vaciarla en Los quinquelles.


A ti roca de la playa hermosa, que fuiste el soporte de mis piernas, en aquel momento en que temblaron del dolor.


 



¡Habla viento!
Anda, por favor susurra en mi oído
las respuestas a todas aquellas dudas
que vagan por mi cabeza
sin pensarlo dos veces
sé piadoso, y adormece mis malos sentidos.

¡Habla viento!,
sólo tú tienes el poder
de ser la palabra que en mi queda
de ser aún más fuerte que aquello que me apasiona,
además de ser mi amante y sugerirme ,
que a más de alguien debe importar mi malestar.


Cuéntame, qué es lo que condiciona la vida de un escritor,
qué cosas son las que puedo llegar a heredar
y si en algún momento al seguirte habré de encontrar la paz.


¡Anda viento!, ¡hazlo ya!, grita fuertemente
de modo que el mundo escuche
y quede enterado de que no soy una mala persona
que simplemente amé, y lo hice todos los días,
con tanta pasión que a veces perdí mi cabeza, no así mi corazón.

Viento, tan sólo ven a mí
y agrédeme con tus golpes en mi rostro,
sé la ráfaga que por ahora consumirá mi interior,
y hazme sentir que sí hay cosas más graves que aquello,
que viví bajo un innecesario golpe que duró 20 años.


Viaje al alma.