jueves, 3 de noviembre de 2011

Historia de dos bocas



Una vez más al inspirador de estas mil ráfagas de viento y locura.

Letra mía: Que siempre mi Padre te ha de despertar en el momento indicado.

Quería contártela, quería explicarte todo detalle con respecto a estas dos bocas que no tan sólo se unen, también se odian y se ofenden, con una sola finalidad...
Quería que supieras esta historia, esta historia que aunque tenga por protagonista las bocas, o tu boca, está contada por la saliva que recorre el corazón, esa saliva dulce que pocas veces llega a nuestras bocas.
Tú boca es la culpable, tan culpable como la mía, de lograr que yo cometa estos actos desenfrenados con tu boca. Pero yo, aún así no soy culpable, no, lo es mi boca, la que tiene por cómplice la tuya.
Primero la atrapo, y lo hago suavemente con los labios, como muestra del cariño y de cuanto quiero mantenerte colgado a mi, a mi boca, y a mi respiración. Luego, cuando tu boca intenta escapar,  yo, posesivamente utilizo mis dientes para avisarte que el roce no ha sido suficiente, que mi corazón ha quedado insatisfecho, y que mi alma a gritos comienza a pedir más de la saliva que te caracteriza.
Más tarde, esta lucha a la que muchos llaman "beso", parece volverse triste, porque las dos bocas tardan mucho en volverse dos cuerpos. Sin embargo,  es ahí cuando intento recordar que una boca no tiene prisa, es tan sólo una boca, y no por serlo significa que deba alimentarse, pues a las bocas, sólo les interesa una sóla cosa.
Si la boca se separa de esa otra boca,  entonces te insulto y te odio, porque una boca no tan sólo ama, sino ofende, pero ofende para poder volver a amar. Entonces la boca no es más que una excusa, una vil excusa para poder conseguir aquella saliva dulce que al corazón ha comenzado a hacer falta; la boca, no es más que el reflejo de afecto que los ojos no alcanzan a aclarar con una mirada, el canal de la palabra, la voz del corazón y el grito desenfrenado de un alma apasionada.
Por tanto, esta historia de dos bocas, no tan sólo se trata de las dos bocas que la protagonizan, no tan sólo se trata de la tuya boca y la mía, sino que trata el trayecto que hacen las dos bocas para llegar a la finalidad, intentar volverse una sola.

Viaje al alma.